jueves, 25 de agosto de 2011

MOSELGARTEN SPÄTLESE PRADIKATSWEIN RIESLING 2009



Encontrado en Carrefour por 3,80 euros, este vino me sorprendió porque conociendo las bondades de los vinos de la ribera del Mosela y su excepcional Riesling, era algo extraño encontrarlo en un hipermercado generalista. Parece ser que los gustos europeos van llegando poco a poco a nuestro país, y de ese modo intentar abrir un poco la estrechez de miras de algunos.
Quien crea que hemos encontrado aquí una joya enológica ya puede dejar de leer este post, pero creo que es un vino muy correcto para tomar fresco en verano, posiblemente mejor como aperitivo, aunque podría acompañar perfectamente una comida asiática o un postre como una brocheta de frutas, o un helado de cítricos.
A la vista, se presenta con un amarillo pálido ligeramente impregnado de colores verdosos.
En nariz destaca la presencia de cítricos (limón, piel de naranja, pomelo) y algo de albaricoque, junto con cierta mineralidad (punta de lápiz).
En boca se nota principalmente su acidez, que incluso puede a llegar a ser un tanto exagerada, sin llegar a molestar, y su ligero dulzor que lo hace bastante agradable. Persisten los sabores cítricos.

En conjunto es un vino que entra muy bien con los calores del verano, y a la vez ligero con sus 8,5 grados de alcohol. Personalmente creo que tiene una buena relación calidad-precio, y puede ayudar a los que quieran iniciarse en probar los vinos de esta región alemana, por su buen precio y la facilidad de encontrarlo en una gran superfície.
Tomado con un aperitivo a base de papas, mejillones, boquerones y buena compañía es una muy buena opción.
Habrá que probarlo con alguna comida asiática, y compararlo con algún gewurztraminer alsaciano que esté en su línea de precio, como el A. Zirnhelt que venden en Makro.

Tipo de vino: Blanco sin crianza.
Zona: Mosel-Saar-Ruwer (Alemania)
Varietales: Riesling
Graduación: 8,5º

Valoración Gastrodelia: 7.70/10

VINOS EN SUPERMERCADOS, UN CANGURO DE COLA AMARILLA Y UN RIESLING.



Supongo que, como muchísimos aficionados al mundo del vino, me gusta mirar en los lineales de algunos supermercados en busca de algún vino interesante, a sabiendas normalmente de que no voy a encontrar nada que me llame la atención como sucede en las tiendas especializadas o bodegas.
Y como dice la canción “la vida te da sorpresas” y un buen día entras en un Lidl y te encuentras vinos de Sudáfrica, Alemania, California, Francia, a precios muy asequibles. Por supuesto que no esperas encontrar ninguna joya enológica, pero sí un vino que alimente un poco tu espíritu de “explorador del mundo del vino”. Me ha pasado muchas veces que, cansado de la jornada laboral y a punto de salir del trabajo empiezo a pensar que “hoy me lo merezco” y me apetece disfrutar de una copa de vino con la cena. No tengo cerca ninguna de las tiendas especializadas a las que suelo ir, y tampoco me apetece desplazarme hacia ellas. En esos días, suelo acercarme a Lidl porque lo tengo cerca y encuentro vinos hechos con variedades que habitualmente no encuentras en Mercadona o Consum (en Valencia es lo que hay) y la verdad, me gusta encontrar nombres como riesling, sauvignon blanc, syrah, pinot grigio en esas estanterias. Y entonces me digo, “voy a probar este” y cojo la botella y me voy contento para casa, primero porque he encontrado algo que se sale de lo normal de un supermercado de barrio y luego porque generalmente son vinos que no pasan de los 5 euros. Y ese es otro punto importante, porque si no me gusta no me sabe tan mal haber pagado por un mal vino. Casi me sabe peor pagar más por un supuesto gran vino y que luego no me guste. Es por esto que creo que cuando te surge el “mono enológico” y no tienes otra cosa a mano, pues es una buena solución.
Algunos puristas me dirán, “pues si no puedo beber un buen vino, o no me lo bebo o ese día bebo cerveza” pues no se lo discuto, yo también lo hago, pero ahí entraríamos en la eterna discusión de “qué es un buen vino” y no es mi intención.
Hace unos meses encontré en Consum un vino de Castellón (lo siento, pero no recuerdo el nombre...creo que era Maestrazgo, pero no estoy seguro) que por menos de 3 euros estaba bastante bien, o el otro día un Priorato por menos de 6 euros (aún no lo he probado). En Lidl también puedes encontrar vinos de D.O españolas que habitualmente no están en otros supermercados y que pueden servir para incitarte a probarlos. En Mercadona puedes encontrarte un Borsao (Campo de Borja) o un Castillo de Líria Bobal-Syrah (Valencia) que tampoco están mal por menos de 2 euros.

Hace unos años, me prometí no comprar más vino en Carrefour, porque me pasó en varias ocasiones de esas en que te apetece tomar un buen vinito y estar allí comprando, que no encontré nada en absoluto que me interesara, ya no entre los vinos más baratos, sino en todos en general. Pasé así un tiempo, hasta que una vez acuciado por la necesidad tuve que comprar un vino allí. Tenía una barbacoa en casa y los invitados, sabiendo de mi afición por el vino, confiaban en que les sorprendiera con algo especial. Ufffff...no sabía que hacer, si comprar un vino que fuera apuesta segura o arriesgarme a llevar algo más exótico. Pensé en coger un Hoya de Cadenas, o un Enterizo, incluso un Milflores, o algo similar, pero al final me venció el riesgo y me decidí a buscar algo que sorprendiera a mis invitados. Evidentemente, allí no hay nadie a quien consultar con unos mínimos conocimientos, así que me puse a mirar en la pequeña sección de vinos extranjeros. Sabía que a mis invitados les gustó un vino australiano de syrah que les puse una vez, con lo que intenté buscar algo que fuera por ahí. Encontré una botella de un Yellow Tail, que me llamó la atención por lo vistoso de la etiqueta, el canguro muy bonito, mmmm, australiano, syrah...pues vale, me lo llevo. Creo que me costó sobre los 6 euros.
Pues bueno, no exagero ni un ápice si os digo que fue el peor vino que he bebido en mi vida. Nada más abrirlo, el olor ya me llamó la atención. Un exceso de vainilla subía hasta mi nariz, y empecé a pensar que igual había metido la pata. Al probarlo, ya llegué a la conclusión de que el error era garrafal...y creo que “garrafal” es la palabra adecuada, porque seguro que hay vinos de garrafa que están mejor que ese bebedizo (me niego a llamar vino a eso). En aquellos momentos, es cuando me dí cuenta de lo bien que me vendría haber tenido internet en mi móvil, porque en cuanto consulté en los foros especializados empecé a leer críticas malísimas del brebaje en cuestión. Yo me fui a la primera pila que encontré y tiré el líquido de la copa por el desagüe. Menos mal que tenía guardadas unas botellas de Viña Ardanza 2001 (que no quería sacar para esta comida) que me sacaron airoso del problema.
Tras aquella experiencia dije que no compraba más vino en ese hipermercado, hasta que hace poco recibí propaganda de la remodelación del Carrefour que tengo más cercano a Carrefour Planet. En ella ponía que habían mejorado la bodega, que habían incluído una zona gourmet, etc. Como tenía que ir con mi familia a comprar, fui a dar un vistazo.
Y la verdad es que me sorprendió. Nueva disposición de los vinos y licores, más surtido y algunas cosas más selectas. No llevaba intención de comprar vino, y me fui de allí con un Habla del Silencio y una Manzanilla Pasada Pastrana, cosas absolutamente impensables en este hipermercado hace unos meses. En la sección de ginebras tenían G'Vine, Gin Mare, Hendrick's o Tann's (me llevé esta última) o en la sección gourmet distintos tipos de sales o aceites como el Masia L'Altet (a un precio muy asequible).
Vuelvo a insistir en que habitualmente compro mis vinos y licores en tiendas especializadas por la confianza que tengo en ellas, y en el asesoramiento que en ellas encuentro. En algunas de ellas hasta amistad con las personas que allí trabajan. Por supuesto también por los precios que tienen, las recomendaciones que te hacen, el inmenso surtido del que disponen, las actividades que organizan, etc...pero a veces, buscando en los supermercados puedes encontrar algunas cosas que valgan la pena, que te saquen de un apuro...o que te hundan en la miseria, como el maldito Yellow Tail. Bueno, la verdad es que “para aprender, perder” y para eso me sirvió la experiencia del cangurito de marras.

La verdad es que en algunas ocasiones he encontrado algún “chollito” en una gran superfície, en concreto en El Corte Inglés, donde a veces los restos de las ferias que dedican a distintos paises pueden hacer que encuentres vinos interesantes a precios de saldo, con ofertas de 3x2 o a veces porque la persona encargada no sabía muy bien lo que llevaba entre manos. En cierta ocasión me llevé un icewine por 12 euros. Cuando volví a llevarme más, ya lo habían cambiado a los 40 euros que valía en realidad.
Por cierto, os recomiendo una guía de vinos muy curiosa. Los supervinos , de Luis Tolosa. Una selección de vinos que podréis encontrar con buena relación calidad-precio en los supermercados. http://www.blogdelibros.com/los-supervinos-2011-de-luis-tolosa/
Este fin de semana, volví a Carrefour para hacer unas compras y me pasé por la bodega, concretamente por la sección de vinos extranjeros, y encontré este vino de la zona del Mosela (sí, que sí...en el Carreful un Mosela, yo también alucino)que por menos de 4 euros creo que está bastante bien para combatir los calores que nos acucian: Moselgarten Spätlese Pradikatswein Riesling 2009.
Recomendado queda. Colgaremos la nota de cata.
Disfrutad todo lo que podáis.

Paco Pérez Dolz. Gastrodelia.