El Mercado de Ruzafa. Mis puestos favoritos (1)

Me encanta ir al mercado. Su ambiente, sus gentes, los aromas, los colores, los productos, la calidad que allí encuentro no la hay en otro sitio.

Y Ruzafa, además de que me pilla muy cerca de casa, es el barrio donde nacieron mis padres, donde se casaron, donde me bautizaron, donde paseo con mi familia, donde tengo buenos amigos, en definitiva un barrio al que me une algo emocional.

En este blog, podéis conocer algo más sobre este barrio:

Rincones de mi ciudad: Ruzafa

Para mí, su mercado municipal es el mejor de Valencia después del mítico Mercado Central, y me gustaría contaros algunos de los sitios que suelo frecuentar y recomendaros los productos que allí podréis encontrar.

Tengo que empezar por la parada de mi amigo Ernesto Vilar, Carnes Filo. Declarada en algunos medios como “El templo de la carne”, es posiblemente una de las paradas más carismáticas de este Mercado. Ya no sólo porque su familia fue pionera en servir carnes de calidad, o porque su bisabuelo fuera fundador de la primera Asociación de Carniceros, o su padre el primero en introducir un mostrador frigorífico en Ruzafa, sino por la tremenda calidad y diversidad de los productos que tiene.

Ernesto Vilar

Últimamente, Carnes Filo está en los medios de todo tipo. Su cava, Cava Filo, “el cava para carnívoros” (como lo nombró la prensa) el primero diseñado para potenciar el sabor de la carne, ha sido un hito en la producción de vinos valencianos y fue presentado a los grande en la sede de la D.O. Valencia. Sus carnes exóticas son noticia en programas de televisión, y la fama de sus hamburguesas gourmet se está extendiendo como la pólvora.

Noticia en El Mundo sobre Carnes Filo 

Entre sus productos podemos encontrar chuletones de buey leonés, de ternera gallega o asturiana, como cortes de Kobe, Black Angus, bisonte o cerdo de la raza Duroc. Embutidos, varios tipos de sobrasadas artesanales (de calabaza, a las cinco pimientas…), carrilleras, rabo de toro y chuletas de lechal forman un auténtico paraíso para los amantes de las carnes.

Benjamín, Javi y Ernesto Vilar (padre e hijo)

Siguiendo con carnes, pero ahora de pollo, tengo que hablaros del puesto de Comiave que está en los palcos 56, 57 y 58 (963736387). Allí podréis encontrar desde pollo de gran calidad, que os lo prepararán como deséis, a pollo de crianza (excelente), preparados de pollo en forma de brochetas, croquetas y hamburguesas.

También tienen pavo, del que os recomiendo unas chuletas que tienen marinadas con finas hierbas, y que va fenomenal para quien quiera cuidar de su dieta. Es una carne muy tierna y que se hace en un momento, de la que no suele faltar en nuestra nevera.

Podéis encontrar aquí pato, estupendo para hacer una paella, o un “arròs amb fessols i naps amb pato” o para cocinar un buen magret a la plancha, pato a la naranja, etc…

Tienen además un pequeño apartado con arroz (tienen el arroz bomba Santo Tomás de Sollana, que es espectacular), vino oloroso para cocinar o huevos, por si necesitáis añadir a vuestra compra.

Las chicas que trabajan allí, son muy simpáticas y preparan los cortes de una forma estupenda. Ahí queda la recomendación.

A la derecha de esta parada, en los palcos 54 y 55 (tel. 963749495) está el Horno Artesano San Valero. Allí solemos comprar el pan para los almuerzos de mis hijos, porque tienen unos “pepitos” muy buenos. Podréis encontrar todo tipo de pan, que lo hacen a escasos metros, en el horno de la Calle Dr. Serrano. Probad sus empanadillas de queso (si váis a primera hora, porque vuelan), las de cebolla, de morcilla, espinacas o pisto. Los croissants rellenos de chocolate, o las pastas típicas valencianas. Un verdadero placer con el que podéis terminar una buena comida, acompañando el café o un vino dulce.

A escasos metros de este horno, y en la misma calle, está la Quesería Santa Claus (http://www.queseriasantaclaus.es/) donde siempre compramos unos fantásticos quesos frescos artesanales, o un requesón que me encanta y que usamos para rellenar canelones o empanadillas con espinacas, preparar postres o simplemente tomarlo con una buena miel. Dejaros aconsejar por ellos, porque llevan más de 50 años dando servicio en este mercado. También podéis encontrar quesos tiernos de Toledo, Tronchón, Mahonés, semicurados y curados como el Roncal o el Idiazabal, además de quesos de Cabrales, queso con piña o queso con arándanos.

Quesería Santa Claus

A espaldas de estas paradas, encontramos a un grande de los quesos artesanales españoles: Bertrand Mazurier, un francés con amplios conocimientos en el mundo del queso, del vino, las cervezas y la gastronomía en general que ha apostado por ofrecer los mejores quesos artesanales españoles en su puesto “Solo Queso”.

Está situado en los palcos 90 y 91, y su teléfono es el  622418620. Podéis encontrar allí auténticas maravillas de quesos, como el Blau de L’avi Ton, un magnífico queso azul muy equilibrado, el Piconcito de Bellota, Heretat de Pere, Puigpedrós, Finca Pascualete (probad su queso de torta), Quesos de la Sierra de Aracena, etc. Dejaros recomendar por Bertrand, que os dirá en qué orden tomar los quesos para disfrutar más de sus sabores, e incluso podéis preguntarle por el maridaje perfecto. Os sorprenderá ofreciendo vinos de producción limitada, cervezas o sidras.

Creo que el trabajo de Bertrand es digno de alabar, por su valentía en llevar adelante una empresa de este tipo, y hacerlo tan bien como él sabe.

Si os gusta el queso, estamos hablando de “quesos de Champions League”. No os lo perdáis.

Facebook Solo Queso

A espaldas de Bertrand, encontramos un puesto de verduras y fruta muy especial. Verduras Eulogio. Una familia dedicada a la huerta de toda la vida, que pone una gran pasión en su trabajo. Distinguiréis a Eulogio fácilmente, porque creo que es el vendedor más alto del Mercado. Bueno, él y su hijo que también le ayuda en la parada, junto con su esposa. Si no pasan de los dos metros, cerquita están.

Tienen un género maravilloso, y son muy honestos. Veréis cómo os recomiendan, os sugieren formas de cocinar la verdura o atienden cualquier duda que tengáis.

Con sus pimientos rojos (los más dulces que he probado) y sus berenjenas hacemos un “esgarraet” buenísimo en casa. Las calabazas, que Eulogio mismo abre con su cuchillo y las prueba si no está seguro de que son perfectas, suelen entrar en nuestros cocidos (la de papillas que han comido mis hijos con ellas), en nuestras cremas o simplemente haciéndolas al horno son espectaculares. Ya os digo que tienen un género muy selecto.

Las mandarinas en temporada, o los tomates para ensalada, son otras de las cosas que solemos comprar allí. Queda hecha la recomendación.

Y para finalizar esta primera tanda de recomendaciones en el Mercado de Ruzafa, quiero sugeriros otra parada peculiar: Bentriat.

Se trata de un puesto donde poder comprar especialidades gourmet y de cocina griega, italiana o árabe. Está en los puestos 85 y 86. Teléfono 625382349.

Allí encontraréis su fantástico yogur griego, una verdadera delicia para tomar solo, con mermeladas, miel, frutos secos, preparar postres, cremas…lo que se os ocurra. Es tremendamente adictivo.

Además podéis probar el hummus (paté de garbanzo), la crema de berenjenas (me encanta), la crema de huevas de salmón o de paprika, que con unas tortitas de pan que se calientan, sirven para darse un auténtico festival.

Tienen también aceitunas de Kalamata, cebollitas confitadas, pimientos rellenos de queso, tomates cherry rellenos de pasta de atún, sardinas ahumadas (una delicia), tomates secos, o dulces árabes. Además tienen distintos tipos de aceites, vinagres, mermeladas o vinos.

Personalmente me encanta preparar una tostada de pan rústico, la unto con un poco de mostaza, y le pongo una base de canónigos, rúcula, lollo rosso y una pizca de cebolla tierna. Sobre todo eso pongo una sardina ahumada y se convierte en uno de esos placeres sencillos que vale la pena disfrutar.

Pues con todo esto termina la primera tanda de recomendaciones del Mercado de Ruzafa. Próximamente os hablaré de algunos puestos más donde suelo comprar y que espero sean de vuestro agrado.

Por supuesto que son siempre bien recibidas todas las sugerencias y recomendaciones que podáis hacer. Espero que os sirva de ayuda, como a mí me sirvieron las recomendaciones de otros para conocer estos sitios que ahora os recomiendo.

Os dejo un enlace de la web oficial, donde podéis ver el plano del Mercado.

http://www.mercadoruzafa.com/mapa/planoMapaLupa.html

Y la web oficial de la Asociación de Vendedores:

http://www.mercadoruzafa.com/index.php?mn=mercado

A disfrutar.

©Paco Pérez Dolz. Gastrodelia.

Domaine-aux-moines 1992. Gran expresión de la chenin blanc.

Hoy quiero recomendaros uno de los vinos blancos que más me ha impactado últimamente.

Recomendado por Juan Ferrer, de Enópata, me decidí a probar este vino blanco de la AOC Savennieres, incluida dentro de la región de los vinos del Loira.

Se trata de un Domaine-aux-Moines de 1992, un vino elaborado con uvas 100% chenin blanc por Tessa y Monique Laroche, madre e hija que imprimen un carácter muy especial al vino que producen.

En el punto más alto de Savennieres, en una colina del camino de la Roche aux Moines, bañada por las aguas del Loira, se encuentran los viñedos de chenin blanc de donde sale este magnífico vino y que pertenecen al cru Roche-aux-moines, que junto con el de Couleé de Serrant ofrecen la máxima expresión de este terruño.

Cuenta la leyenda que las primeras viñas fueron impulsadas sobre el siglo XII por el abad de Saint Nicolas de Angers, y que entre sus tierras se erigió una mansión sobre la cual se construyó, sobre el siglo XVIII la actual vivienda de la famila Laroche.

Vista del Valle del Loira

La vivienda de la familia Laroche

Su relación con la Iglesia, hizo que en 1793 los terrenos fueran declarados “propiedad nacional”, lo que sumió al viñedo en una época de baja productividad y descuido, hasta que a mediados del siglo XX la familia Benz (dueños de la automovilística Mercedes Benz) adquirieron el terreno y lo vendieron a Roger Faure, quien volvió a potenciar su uso vitivinícola.

En 1981, la familia Faure vendió la bodega y los viñedos a la farmaceútica Monique Laroche, quien tuvo que invertir mucho capital y trabajo para dar al viñedo la calidad que tiene hoy en día. Parte de este trabajo de recuperación fue realizado por el  propietario otra bodega de Savennieres, Eustache Poilasne, dueño de Clos des Perrières.

La hija de Monique Laroche, Tessa, al finalizar sus estudios de enología en Reims comenzó a trabajar en el viñedo familiar, que en la actualidad tiene unas 12 hectáreas (de las que en producción hay unas 9), y se hizo cargo de la vinificación desde la cosecha de 2001. 

Tessa Laroche con su vino

De las nueve hectáreas en producción, ocho son de chenin blanc, y una hectárea de Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc. En la actualidad, se han plantado 2 hectáreas más de chenin blanc.

Fue Tessa quien se encargó de pasar del sistema de producción de “lutte raisonnée” que permite usar pequeñas cantidades de productos químicos, al total sistema actual de viticultura orgánica, del que consiguió el certificado en 2009.

El suelo de Domaine aux Moines es muy complejo, con gran proporción de espilita y otras rocas, aunque la mayoritaria es el esquisto. Este terruño pedregoso es el responsable de los aromas minerales tan característicos de sus vinos.

El suelo de Domaine-aux-Moines

La disposición de las viñas en orientación sur-suroeste, consigue la mayor cantidad de horas de sol, y junto al suelo rico en esquistos derivados de un pasado volcánico que mantienen ese calor, unido a la humedad idónea provista por la proximidad del Loira, producen un microclima único que además se favorece de los inviernos y veranos suaves que se dan en la zona. Esto es lo que permite que la chenin blanc alcance su máxima expresión y permita obtener vinos de larga vida, como es el caso del que nos ocupa.

Uvas de chenin blanc

En la actualidad, la bodega de Madame La Roche, procura un tratamiento biodinámico a todo el proceso enológico, sin usos de fertilizantes artificiales ni pesticidas, manteniendo todo el respeto hacia el viñedo y la tierra.

La vendimia en Domaine-aux-Moines

Nota de cata:

Visual: Amarillo dorado, oro viejo casi ambarino. Limpio y transparente. Lágrima intensa y lenta.

Olfativa: Impresiona por la fuerza en que manifiesta los aromas. Principalmente orejones, melocotón seco, miel de azahar, piel de naranja seca, vainilla, algún apunte anisado y matices herbales. También aparece con la aireación una mágica mineralidad que lo envuelve , dando sensaciones de piedra mojada sobre un fondo de aire marino, porque también surge algún matiz yodado o salino que recuerda a la brisa del mar. Un verdadero espectáculo en la nariz.

Gustativa: En boca se muestra con una entrada seca pero con cuerpo, glicérico y dotado de una ligera acidez, que nos indica que aún está vivo y que incluso podría mejorar unos años más en botella. Todo lo apreciado en nariz vuelve a manifestarse en la boca, sobretodo las sensaciones de orejones, melocotón seco, albaricoque, miel, pan tostado y algo de azahar, que te recuerdan la grandeza de esta uva. El postgusto es largo, y en el retronasal aparecen de nuevo las notas salinas y minerales, envueltas en una suave madera y vainilla.

Estupendo vino, que he disfrutado muchísimo. Haciéndole el vacío con el vacuvin, aguantó de maravilla 72 horas, aunque su plenitud la alcanzó a las 24-36 horas de abrirse.

Es uno de esos vinos que te permiten viajar con la imaginación, deleitarte con el rosario de sensaciones que destila y simplemente disfrutar de él.

Eso sí, creo que a los amantes de los vinos blancos “jóvenes, frescos y afrutados” no les gustará mucho, por su complejidad. Pienso que, como la buena música, el cine o la pintura, necesitan de un entrenamiento y educación previa del perceptor para disfrutarlos al máximo. En mi caso, seguramente hace 4 o 5 años no hubiera disfrutado de este vino tanto como ahora.

Para aquellos que empiecen a disfrutar con los blancos fermentados en barrica, puede ser un buen ejercicio para pasar a un “siguiente nivel”. Lo recomiendo al 100%.

©Paco Pérez Dolz. Gastrodelia.

Presentación de los nuevos productos de Planet Gourmet

El pasado 7 de mayo, nuestros amigos Rafa Roca y Cristophe Teilhet presentaron los nuevos productos de su empresa Planet Gourmet.

Algunos compañeros de la Plataforma de información Gastronómica. (foto la cocina thesusypaco)

El acto fue en el Hotel Balneario Las Arenas de Valencia, y contó con la presencia de numeroso público del sector de la hostelería, periodistas gastronómicos, bloggers y aficionados a la buena mesa.
Los productos presentados fueron:
Vinos Bellori: Verdejo 100% en dos presentaciones: joven y fermentado en barrica.

El joven a la vista aparece con un color amarillo pajizo con destellos verdosos y con notas en nariz de melocotón, ciruela amarilla, pera, manzana verde y chirimoya. También hay leves recuerdos a cáscara limón y sutilmente flor de azahar. En boca es muy fresco, seco y con una acidez que lo dota de alegría con un recorrido medio.

 El fermentado en barrica se presenta con un color amarillo viejo, casi dorado y ciertos reflejos ambarinos. En la nariz es un vino diferente, punzante, con notas minerales de tiza y piedra mojada, e incluso algo de salinidad. Aparecen después las notas de vainillas y tostados junto con hierba recién cortada, limón, té verde y camomila. El paso por boca es ligeramente untuoso y con volúmen, siendo a la vez fresco y vivaz. Tiene un recorrido más largo en boca y presenta una ligera amargor final que se combina con las notas suaves de madera en el retronasal.
Es un vino complejo, para beber pausadamente e ir desgranando todos los matices que muestra.   

Aceite BQ: Elaborado con arbequina y con un intenso aroma y sabor, con ciertos matices a manzana y piña. Un gran aceite que ya usan numerosos profesionales.

Quesos Valoria: Curado, añejo y reserva, de leche cruda de oveja churra autóctona de la zona de Valoria la Buena, próximo a Valladolid.

En definitiva, unos productos de gran calidad, como todos los que forman la cartera de esta empresa valenciana. Desde aquí les deseamos todos los éxitos posibles, pues hacen una gran labor de difusión del buen producto nacional.

Si quueréis ver más fotos y otra crónica del evento, podéis visitar el blog de nuestros amigos Susi Marcos y Paco Pastor: http://susypaco.blogspot.com.es/2012/05/presentacion-productos-planet-gourmet.html

A disfrutar.

Morande Sauvignon Blanc 2009 Edición Limitada.

Hoy os voy a hablar de un vino blanco chileno que probamos hace poco, recomendado por Juan Ferrer de Vinos Enópata.

El Morandé 2009 Sauvignon blanc edición especial, proviene del Valle de Casablanca, en Chile. Allí tiene esta bodega unas 130 hectáreas de viñedo, de donde sale la uva para hacer este magnífico vino.

Si queréis conocer más sobre los vinos chilenos, os recomiendo el blog de mi amigo Paco Boigues, Paco Cinillas, donde tiene un interesante post sobre estos vinos, con una magnífica entrevista a Jose Antonio Ruiz, importador de vinos chilenos a través de Vinos de Chile:

http://pacocinillas.blogspot.com.es/2012/05/el-vino-chileno-una-historia-viva.html

Nota de cata:

Visual: Amarillo pajizo con matices verdosos.

Nariz: Intensos aromas cítricos como naranja, limón, pomelo, níspero. Ligeras notas herbáceas, así como de vainilla o miel.

Boca: Ligera acidez, cuerpo potente, envolvente. Cierta sensación glicérica. Los sabores cítricos se apoderan del paladar, y en el retronasal aparecen las notas de miel y vainilla.

Un vino muy recomendable, muy bien hecho y…con tapón de rosca!!!! Bien por la apuesta de la bodega.

Nota gastrodelia: 8/10.

Precio aproximado: Sobre 20 euros en tiendas.

Viñedos en el Valle de Casablanca

Mostra de Vins, Caves, Licors i Aliments Tradicionals

Del 7 al 13 de mayo se celebró en Valencia la habitual Mostra de Vins, Caves, Licors i Aliments Tradicionals que organiza Proava.

Fui a dicha Mostra el jueves 10 de mayo, con el fin de evitar las aglomeraciones que se dan en los fines de semana, y con la intención de ver si descubría alguna novedad en el mundo de los interesantes vinos valencianos.

La sensación general, para mí fue de decepción. Tengo que decir que no había acudido hasta ahora a dicha Mostra, pero creo que esperaba mucho más de ella, ya que los vinos valencianos tienen un nivel que no se demostró en esta feria.

Y digo feria, porque creo que es la palabra que puede describir mejor el ambiente de lo que allí ví y probé.

Para empezar, por los 10 euros de la entrada te entregan una copa (por llamarla de alguna manera) infame, nada adecuada para la cata, similar a las copas que te ponen en un bar cuando pides un café del tiempo. Junto con la copa, una cazuelita de barro para disponer en ella los alimentos que quieras probar.

Pienso que, aunque cobraran un euro más, podrían poner copas medianamente dignas. Yo he comprado copas de vino en Carrefour a un euro que son infinitamente mejor que las que nos dieron.

Y después, lo que más me indignó fue el auténtico pasotismo de muchos encargados de los stand donde cada bodega ofrecía sus productos. Desde encontrar vinos (muchos) a una temperatura más que cálida, a puestos donde pedías un vino y no te lo servían porque (palabras textuales de un comercial) “es un vino caro y entonces perdemos dinero”…eso sí, si querías comprarlo no había problema en vendértelo (sin probarlo, claro). También encontré en algunos stand, a personas que no sabían nada del producto que “escanciaban” en las copas, y que seguramente, no les gustaba ni el vino. Impresionante panorama.

De esta manera, demuestran el poco interés que tiene para ellos la promoción de sus productos, y el poco respeto hacia el público interesado y que disfruta con estos vinos. A todo esto podemos sumarle por ejemplo, que el Ayuntamiento de Valencia retrasara una semana la celebración de esta Mostra porque era preciso montar la Feria de Abril sevillana en Valencia, o que en la Plaza de Toros se haya celebrado recientemente un festival cervecero tipo Oktoberfest. La falta de apoyo por parte de nuestros famosos políticos no me extraña, pero también dice mucho de lo que se piensa en promocionar nuestros productos

Y por supuesto, dadas las circunstancias, sólo faltaba el público…que demostraba la necesidad de que exista mayor educación o cultura del vino en nuestra sociedad.

La mayoría de la gente que allí estaba, tenía la idea de beber todo lo que pueda y, si es posible, pillar una borrachera al menor precio posible. Despedidas de solteros, tunas, grupos de pic-nic…aparecían en la cada vez más concurrida feria. En algunas ocasiones creo que mi subconsciente me traicionó y creí oir aquello de “¡¡¡¡una chochona, señoooora, le acaba de salir una chochooooona!!!!” y yo creo que hasta oía sirenas y campanas feriales. Ole, ole y ole.

Por otra parte, debo reconocer que quienes sabía que no podían defraudar no lo hicieron, y me voy a referir a ellos porque son de lo poco que me valió la pena de este montaje:

Para empezar, queríamos beber un vino blanco fresquito…eran las 18:30 y apretaba el sol, y alguien del grupo sugirió tomar un plato de clótxinas para empezar sin el estómago vacío. Tras pasar por varios stand en que o no tenían el vino frío, o no lo servían “porque era caro”, decidimos acudir al puesto de Chozas Carrascal.

Allí, Maria José nos recibió con su sonrisa y nos ofreció su fantástico cava elaborado con Chardonnay y Macabeu, que nos entró de maravilla. Por cierto, un cava muy recomendable por sus aromas cítricos, a manzana y de bollería o tostados, su crujiente burbuja y un ligero punto glicérico en boca que lo hacen muy agradable. Con más de 15 meses de crianza en rima, y sin adición de licor de expedición, es un Brut Nature Reserva de lo mejorcito que podemos encontrar por nuestra tierra.

Y finalmente pudimos probar el magnífico, y escaso Dulce de Chozas Carrascal. Elaborado con Garnacha, con 5 meses en barrica y un contenido en azúcar de 120g/l. Fantástico. Tanto que se vino una botellita a casa.

Maria José con El Dulce de Chozas Carrascal

Gran equipo!!!

Después nos acercamos a visitar a nuestros amigos de bodegas Torrevellisca- Zagromonte. Allí, Emilio Arellano (enólogo) y Jacinto Berruezo (comercial) nos hablaron de sus vinos, donde pudimos degustar los que para mí, son los mejores vinos que elaboran: los crianzas Aurum, Argentum y Brundisium.

Con Emilio y Jacinto, de Torrevellisca-Zagromonte

Personalmente el Aurum, compuesto a partes iguales de Merlot y Cabernet Sauvignon, es mi vino favorito de esta bodega, por su intensidad frutal y corpulencia, que lo convierten en uno de los vinos que hacen famosa a la “Toscana valenciana”.

Nos presentaron los dos nuevos vinos jóvenes que han lanzado este año. Con una etiqueta muy interesante y moderna, se presentan estos Embrujo Blanco y Embrujo Negro.

El blanco es un malvasía 100%, con ese punto semidulce que le confiere la uva en cuestión, y que ofrece tremendos aromas frutales de azahar, miel, o cáscara de naranja, confituras cítricas, plátano, pera madura, etc.

El tinto se compone a partes iguales de Monastrell y Syrah, siendo un vino intenso en colores y aromas, con la acidez justa y una corpulencia y concentración poco usual en un vino joven.

Son las apuestas de esta bodega por ofrecer un producto de calidad, a un precio asequible, y que puede hacer que a muchas personas les haga efecto el “embrujo enológico” y les ayude a entrar en un mundo tan apasionante como este.

Compartiendo stand con estos vinos, encontramos a la empresa Che que Foie, productores valencianos de unos excelentes foies que sólo con nombrarlos se me hace la boca agua: foie con azahar y almendras, con higos ecológicos, con jamón de bellota, etc… todos ellos creados por Marcos Villaplana, mejor chef de la Comunidad Valenciana en el año 2000.

Probando...Che que foie!!!!

Otros a destacar fueron los stand de Rafael Cambra con sus vinos El bon Homme, y Rafael Cambra Dos, o el de Bodegas Vegalfaro con su garnacha tintorera de Pasamonte, el Vegalfaro cosecha y el Rebel.lía.

Yolanda, Rafael Cambra y Asun.

Con Rodolfo Valiente de Vegalfaro

Es destacable mencionar que en estos stands se encontraban los enólogos, y/o propietarios de las bodegas, los responsables directos o personas que conocían bien el producto. Un 10 para ellos, porque dadas las circunstancias estuvieron a la altura. Sin embargo, en otros puestos había gente con pocos conocimientos sobre el producto que ofrecían. Creo que esto ya dice mucho de lo que les importa esta mostra.

Lo dicho…señores organizadores: cuiden un poco más al vino valenciano. Se lo merece.

©Paco Pérez Dolz. Gastrodelia.