Del
7 al 13 de mayo se celebró en Valencia la habitual Mostra de Vins, Caves,
Licors i Aliments Tradicionals que organiza Proava.
Fui
a dicha Mostra el jueves 10 de mayo, con el fin de evitar las aglomeraciones
que se dan en los fines de semana, y con la intención de ver si descubría
alguna novedad en el mundo de los interesantes vinos valencianos.
La
sensación general, para mí fue de decepción. Tengo que decir que no había
acudido hasta ahora a dicha Mostra, pero creo que esperaba mucho más de ella,
ya que los vinos valencianos tienen un nivel que no se demostró en esta feria.
Y
digo feria, porque creo que es la palabra que puede describir mejor el ambiente
de lo que allí ví y probé.
Para
empezar, por los 10 euros de la entrada te entregan una copa (por llamarla de
alguna manera) infame, nada adecuada para la cata, similar a las copas que te
ponen en un bar cuando pides un café del tiempo. Junto con la copa, una
cazuelita de barro para disponer en ella los alimentos que quieras probar.
Pienso
que, aunque cobraran un euro más, podrían poner copas medianamente dignas. Yo
he comprado copas de vino en Carrefour a un euro que son infinitamente mejor
que las que nos dieron.
Y
después, lo que más me indignó fue el auténtico pasotismo de muchos encargados
de los stand donde cada bodega ofrecía sus productos. Desde encontrar vinos
(muchos) a una temperatura más que cálida, a puestos donde pedías un vino y no
te lo servían porque (palabras textuales de un comercial) “es un vino caro y
entonces perdemos dinero”…eso sí, si querías comprarlo no había problema en
vendértelo (sin probarlo, claro). También encontré en algunos stand, a personas
que no sabían nada del producto que “escanciaban” en las copas, y que
seguramente, no les gustaba ni el vino. Impresionante panorama.
De
esta manera, demuestran el poco interés que tiene para ellos la promoción de
sus productos, y el poco respeto hacia el público interesado y que disfruta con
estos vinos. A todo esto podemos sumarle por ejemplo, que el Ayuntamiento de
Valencia retrasara una semana la celebración de esta Mostra porque era preciso
montar la Feria de Abril sevillana en Valencia, o que en la Plaza de Toros se
haya celebrado recientemente un festival cervecero tipo Oktoberfest. La falta
de apoyo por parte de nuestros famosos políticos no me extraña, pero también
dice mucho de lo que se piensa en promocionar nuestros productos
Y
por supuesto, dadas las circunstancias, sólo faltaba el público…que demostraba
la necesidad de que exista mayor educación o cultura del vino en nuestra
sociedad.
La
mayoría de la gente que allí estaba, tenía la idea de beber todo lo que pueda
y, si es posible, pillar una borrachera al menor precio posible. Despedidas de
solteros, tunas, grupos de pic-nic…aparecían en la cada vez más concurrida
feria. En algunas ocasiones creo que mi subconsciente me traicionó y creí oir
aquello de “¡¡¡¡una chochona, señoooora, le acaba de salir una chochooooona!!!!”
y yo creo que hasta oía sirenas y campanas feriales. Ole, ole y ole.
Por
otra parte, debo reconocer que quienes sabía que no podían defraudar no lo
hicieron, y me voy a referir a ellos porque son de lo poco que me valió la pena
de este montaje:
Para
empezar, queríamos beber un vino blanco fresquito…eran las 18:30 y apretaba el
sol, y alguien del grupo sugirió tomar un plato de clótxinas para empezar sin
el estómago vacío. Tras pasar por varios stand en que o no tenían el vino frío,
o no lo servían “porque era caro”, decidimos acudir al puesto de Chozas
Carrascal.
Allí,
Maria José nos recibió con su sonrisa y nos ofreció su fantástico cava
elaborado con Chardonnay y Macabeu, que nos entró de maravilla. Por cierto, un
cava muy recomendable por sus aromas cítricos, a manzana y de bollería o
tostados, su crujiente burbuja y un ligero punto glicérico en boca que lo hacen
muy agradable. Con más de 15 meses de crianza en rima, y sin adición de licor
de expedición, es un Brut Nature Reserva de lo mejorcito que podemos encontrar
por nuestra tierra.
Y finalmente pudimos probar el magnífico, y escaso Dulce de Chozas Carrascal. Elaborado con Garnacha, con 5 meses en barrica y un contenido en azúcar de 120g/l. Fantástico. Tanto que se vino una botellita a casa.
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Maria José con El Dulce de Chozas Carrascal |
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Gran equipo!!! |
Después
nos acercamos a visitar a nuestros amigos de bodegas Torrevellisca- Zagromonte.
Allí, Emilio Arellano (enólogo) y Jacinto Berruezo (comercial) nos hablaron de
sus vinos, donde pudimos degustar los que para mí, son los mejores vinos que
elaboran: los crianzas Aurum, Argentum y Brundisium.
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Con Emilio y Jacinto, de Torrevellisca-Zagromonte |
Personalmente
el Aurum, compuesto a partes iguales de Merlot y Cabernet Sauvignon, es mi vino
favorito de esta bodega, por su intensidad frutal y corpulencia, que lo
convierten en uno de los vinos que hacen famosa a la “Toscana valenciana”.
Nos
presentaron los dos nuevos vinos jóvenes que han lanzado este año. Con una
etiqueta muy interesante y moderna, se presentan estos Embrujo Blanco y Embrujo
Negro.
El
blanco es un malvasía 100%, con ese punto semidulce que le confiere la uva en
cuestión, y que ofrece tremendos aromas frutales de azahar, miel, o cáscara de
naranja, confituras cítricas, plátano, pera madura, etc.
El
tinto se compone a partes iguales de Monastrell y Syrah, siendo un vino intenso
en colores y aromas, con la acidez justa y una corpulencia y concentración poco
usual en un vino joven.
Son
las apuestas de esta bodega por ofrecer un producto de calidad, a un precio
asequible, y que puede hacer que a muchas personas les haga efecto el “embrujo
enológico” y les ayude a entrar en un mundo tan apasionante como este.
Compartiendo
stand con estos vinos, encontramos a la empresa Che que Foie, productores
valencianos de unos excelentes foies que sólo con nombrarlos se me hace la boca
agua: foie con azahar y almendras, con higos ecológicos, con jamón de bellota,
etc… todos ellos creados por Marcos Villaplana, mejor chef de la Comunidad
Valenciana en el año 2000.
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Probando...Che que foie!!!! |
Otros
a destacar fueron los stand de Rafael Cambra con sus vinos El bon Homme, y
Rafael Cambra Dos, o el de Bodegas Vegalfaro con su garnacha tintorera de
Pasamonte, el Vegalfaro cosecha y el Rebel.lía.
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Yolanda, Rafael Cambra y Asun. |
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Con Rodolfo Valiente de Vegalfaro |
Es
destacable mencionar que en estos stands se encontraban los enólogos, y/o
propietarios de las bodegas, los responsables directos o personas que conocían
bien el producto. Un 10 para ellos, porque dadas las circunstancias estuvieron
a la altura. Sin embargo, en otros puestos había gente con pocos conocimientos
sobre el producto que ofrecían. Creo que esto ya dice mucho de lo que les
importa esta mostra.
Lo
dicho…señores organizadores: cuiden un poco más al vino valenciano. Se lo
merece.
©Paco
Pérez Dolz. Gastrodelia.
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